¿Maravillados? ¿Por qué?

 




Uno de las razones del porque Jesus era seguido, se debia a lo espectacular que eran los milagros que hacia. A lo largo de tres años lo vimos convertir el agua en vino (Jn, 2: 1-12), resucitar muertos (Mt. 9:18-23, Lc. 7:11, Jn, 11:43), sanar enfermos (Mr.1:32, Lc 5:18, Jn 9:1)

Pero sin lugar a dudas, los milagros que más llamaban la atención de la multitud y aun de los mismos sacerdotes, era la liberación que Jesús hacia  a  aquellos que eran atormentados o incluso poseídos por demonios (Mr 1:27).

Antes que Jesús hiciera estos milagros (sacar demonios), nadie lo había hecho, por tal razón, era algo novedoso, porque según la ley el que estuviera endemoniado debía morir apedreado.

En cierta ocasión, Jesús escogió de entre los que le seguían a setenta hombres y les dio instrucciones de ir a predicar y que llevaran el mensaje tal como lo habían aprendido ( Mr. 10:1-12).

Tiempo después estos mismos hombres regresaron a  Jesús con mucha alegría y admiración por todo lo que habían hecho, y como el poder de D-s los había utilizado, (Mr. 10:17).


"Regresaron los setenta con gozo, diciendo:
—¡Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre!"


Ante este asombro de los enviados, Jesús les respondió dándoles la más grande lección para todo cristiano:

"He aquí, les doy autoridad de pisar serpientes, escorpiones y sobre todo el poder del enemigo; y nada les dañará. Sin embargo, no se regocijen de esto, de que los espíritus se les sujeten, sino regocíjense de que sus nombres están inscritos en los cielos."

¡Cuanta verdad en una sola frase!

En primer lugar Jesús les dio autoridad sobre Satanás, es decir, a través del nombre de Jesús podían expulsar demonios.

A través del poder del Espíritu Santo después de pentecostéstodo seguidor de Jesús tiene la autoridad de resistir al enemigo (Stg. 4:7), y es el Espíritu mismo quien se encarga de activar y repartir los dones que D-s en su soberanía a dispuesto darnos (1 Co 12).

Si bien es cierto, los dones espirituales son un reflejo del poder de D-s y sirven para la edificación, tanto de la iglesia, como del aquel que posee algún don, No son una garantía de salvación.

Jesús dejo muy en claro esta Verdad:

"Muchos me dirán en aquel día: ‘¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en tu nombre? ¿En tu nombre no echamos demonios? ¿Y en tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?’. Entonces yo les declararé: ‘Nunca les he conocido. ¡Apártense de mí, obradores de maldad!"
 
En su infinita misericordia y soberanía D-s puede utilizarnos a cualquiera de nosotros como canal de edificación, bendición y exhortación; sin embargo eso no garantiza nuestra salvación, ¡¡podemos correr el riesgo de ser como Balaam!!.

Lo cierto es que podemos anhelar y pedir los dones del Espíritu y ser un instrumento más en las manos del Eterno, pero nunca olvidemos que más importante que tener los dones y ejercerlos, es la exhortación a la que mucho amor nos llama Jesús:

"...sino regocíjense de que sus nombres están inscritos en los cielos."

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