Bendiciones Express


 
Vivimos en una sociedad que cada vez nos exige el "manejo eficaz del tiempo", y a la vez nos demanda hacer mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible; creando de esta manera seres obsesionados con el tiempo.

Parece que la premisa actual es la de conseguir todo instantáneamente. Medimos día a día en cuanto tiempo tardo en llegar al trabajo, cuanto tiempo estoy frente a la PC, cuanto tiempo paso frente al TV, etc. 
Con el paso de los años hemos sido programados a regirnos bajo el dios tiempo...

Y no esta mal el organizar nuestro tiempo, al contrario es un habito que genera muy buenas recompensas. El problema es cuando nos obsesionamos tanto que deseamos que nuestros problemas se resuelvan de una forma "express".

Y esta impaciencia invade todas y cada una de nuestras áreas, inclusive en lo espiritual. Muchas veces queremos que nuestra petición sea respondida de manera inmediata.

David escribía en el salmo 40:

Con paciencia esperé que Dios me ayudara; entonces él oyó y escuchó mi clamor.


La palabra clave en el versículo, evidentemente es: PACIENCIA . Que a la vez es una virtud olvidada.

Ser paciente no es poca cosa, es algo que solo se puede alcanzar en la práctica misma; es decir, nunca seré paciente si no aprendo a esperar...

Y ese es el problema con la paciencia, a nadie nos gusta esperar por tanto tiempo. En ocasiones quisiéramos pasarnos la materia de la espera y graduarnos directamente con nuestro milagro entre las manos. Pero para el creyente las cosas no son tan fáciles. es de carácter obligatorio el pasar por esta dura y difícil prueba, queramos o no, el Eterno siempre hará que aprendamos a esperar.

Estoy seguro que muchas veces hemos escuchado de gente que paso pidiendo por una respuesta por meses, incluso años. Y una de las preguntas que siempre me he hecho es: ¿Cómo pudieron esperar tanto? ¿de donde venia su paciencia?

La paciencia como fruto espiritual

Pablo escribia en su carta a los Galatas: 

En cambio, este es el fruto que el Espíritu produce en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad...


Como podemos ver la paciencia es una virtud que es dada por el Espíritu Santo, es decir el es la fuente de las virtudes descritas en el verso. Esto implica que debemos acercarnos a D-s para poder aumentar nuestra medida de paciencia.

En la entrada anterior hablamos sobre la importancia de la fe y la paz, pero también, a la paz, hay que agregarle la paciencia (o confianza) en D-s. 

Para eso tenemos que tener en claro que la paciencia es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan.

En ocasiones Hashem nos pedirá que hagamos cosas sin sentido o poco racionales, como lo hizo con Abraham (Gen. 22:2), o nos dirá que avancemos por lugares que pareciera imposibles (Mt. 14:29), o nos desafiara a hacer cosas que no haríamos por nuestra voluntad (Os. 1:2). Y hará todo esto mientras nosotros estamos pidiéndole una respuesta, pero todo esto tiene un propósito oculto: desarrollar paciencia y confianza en El.

Como dije anteriormente solo seremos pacientes aprendiendo a esperar, y el D-s eterno sabe de esperas...

La dura espera

Sé muy bien, y con conocimiento de causa lo digo, que esperar en D-s en medio de una prueba o esperar por una respuesta de carácter urgente, es muy difícil y hasta pareciera una tarea imposible de cumplir; pero debemos de tener en cuenta que El tiene el poder de la paciencia así como también el de la justicia. D-s, en su sabiduría y voluntad, se complace en actuar con la nobleza y sobriedad propias de su sublime majestad. Y en su momento (en el momento perfecto para nosotros) el actuara como mejor nos convenga.

Podríamos preguntarle a José, sin lugar a dudas esperar en D-s en medio de la prisión no es una de las mejores experiencias (Gen. 39:19-21), o a Abraham después que el Eterno le prometiera una descendencia (Gen. 15:1-3), o incluso a Job... todos ellos experimentaron en carne viva lo que es ser paciente. 

Esperar en D-s no es fácil, requerirá que cada día renunciemos a lo que la razón nos dice, y sobre todo, debemos renunciar a nuestro concepto de tiempo, ya que El no actúa en nuestro tiempo, o cuando creemos que lo necesitamos, es imposible que El haga un milagro sino dejamos que sea El-Shaddai.

Después de todo, el Rey David escribió:

Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.


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